Según la neurociencia, los empleados más resilientes tienen un mayor equilibrio emocional frente a situaciones de estrés y soportan mejor la presión.
La resiliencia en el ámbito laboral tiene numerosas ventajas. Repasamos los beneficios de actuar de forma resiliente en la empresa. Pero antes, conozcamos las características principales…
Características de la resiliencia laboral
Las características principales de un empleado resiliente son:
Inteligencia emocional: conoces tus emociones y sabes manejarlas. Sabes identificar y comprender las emociones ajenas.
Autoconocimiento desarrollado: eres consciente de tus capacidades y límites, esto te permite plantearte objetivos realistas.
Tolerancia y flexibilidad antes los cambios: sabes que esto es inevitable y gracias a ello afrontas los problemas con mayor confianza y creatividad.
Optimismo: ves los obstáculos como oportunidades para aprender y crecer en todos los sentidos.
Confianza: te sientes dueño de tu destino por lo que tienes iniciativa, paciencia y perseverancia para lograr lo que te propones.
Comunicación: compartes y comunicas tus inquietudes para sentirte comprendido y reconfortado sin dejar que tu ego te juegue una mala pasada.
Ventajas de la resiliencia laboral
La resiliencia en el ámbito laboral tiene múltiples beneficios:
Capacidad de anticipación: serás capaz de adaptarte a los problemas. Desarrollarás la capacidad de sobreponerte y adelantarte a las dificultades creando una ventaja competitiva.
Aumento de productividad y rendimiento: para ti ya no existirán los problemas, ya que los conviertes en desafíos que te motivan y te ayudan a mejorar y aprender.
Reducción de costes y aumento de salud de empleados: un empleado resiliente sabe controlar su estado emocional, por lo que su salud emocional y física mejora. De esta forma se disminuyen los costes de absentismo o bajas para la empresa.
Control de impulsos y disminución de conflictos: sabrás gestionar tus emociones y adelantarte a los impulsos negativos en situaciones de tensión laboral. Aprenderás a gestionar positivamente los posibles conflictos laborales de compañeros, jefes o clientes.
Adaptabilidad estratégica: adquisición de la capacidad de gestionar con éxito las distintas circunstancias que se pueden presentar, estando abiertos al cambio.
Liderazgo ágil: los empleados resilientes, como líderes de su propio trabajo, ven los obstáculos como una oportunidad de aprendizaje. Esto permite que sean más responsables y que puedan responder a los problemas que surjan de una manera rápida y adecuada.
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