Las altas tasas de ansiedad en el trabajo ya no nos sorprenden. Cada vez es más frecuente encontrarse con empleados que sufren ansiedad laboral y esto desencadena en muchos casos en renuncias masivas y trabajadores que abandonan la actividad laboral por completo.
Abordar la ansiedad en el trabajo es clave para detener la ola de renuncias. Repasamos qué es exactamente esto, qué lo causa y cómo las empresas pueden ayudar a los empleados a administrarlo.
¿Qué es la ansiedad laboral?
Cuando un trabajador experimenta estrés laboral diario y continuo, aumenta la presencia de las hormonas que causan la ansiedad. Esas hormonas pueden conducir a una disminución de la calidad de vida a medida que el empleado lidia con el insomnio, el agotamiento, el temor al trabajo y, en general, la sensación de inestabilidad en la vida diaria. Estos sentimientos tienden a persistir mientras el trabajador permanece en un entorno que induce a la ansiedad.
Algunos de los síntomas de la ansiedad en el lugar de trabajo:
- Sentirse abrumado, ansioso y agotado, tanto en el trabajo como fuera del horario laboral.
- Temer ir a trabajar.
- Insomnio, baja productividad e incapacidad para concentrarse.
- Sensación de tener un nudo en el estómago o sensación de hundimiento al pensar en el trabajo o al ir a trabajar.
- Preocupación por el trabajo durante las horas libres, incapaz de «apagarse» del modo de trabajo.
- Sentirse aislado, agotado y tener una perspectiva sombría de la vida.
Es probable que estos síntomas estén presentes mientras el empleado permanezca en el entorno que los está causando. La ansiedad en el lugar de trabajo no es un fracaso individual ni está causada por una debilidad personal. Es un producto de las condiciones laborales y puede afectar a cualquiera que pase tiempo en ellas.
¿Qué causa la ansiedad laboral?
Hay dos formas distintas en que las prácticas conducen a la ansiedad en el lugar de trabajo.
Síntomas de una cultura corporativa tóxica:
- Falta de inclusión y diversidad.
- Empleados que se sienten irrespetados.
- Comportamiento antiético.
- Lugares de trabajo no colaborativos.
- Normalización de dinámicas interpersonales tóxicas.
- Acoso, especialmente cuando provienen de supervisores y personas en el poder.
Cuando la ansiedad es parte de la cultura empresarial
El segundo conjunto de rasgos que inducen ansiedad dentro de una cultura laboral incluye:
- Promover un entorno donde el estrés y el ajetreo se normalicen y valoricen, parte de la creencia errónea de que estos son signos de productividad.
- Falta de empatía con respecto a la salud mental de los empleados.
- Los empleados sienten constantemente que no hay suficientes horas en el día para hacer todo.
- Empleados que se sienten como si estuvieran siempre «activos» debido a que los supervisores y/o compañeros de trabajo no respetan los límites de trabajo/vida.
- Falta de autonomía.
- No reconocer el desempeño y el trabajo duro.
¿Cómo pueden las empresas reestructurar los lugares de trabajo para ayudar a los empleados a lidiar con la ansiedad?
La ansiedad en el lugar de trabajo es un problema muy común entre los empleados, y es que, como sociedad, nos hemos movido hacia un modelo de trabajo que es insostenible. Esto queda reflejado en los millones de personas que renuncian a sus trabajos y buscan nuevas formas de trabajar.
Se trata de un problema global y general, no un problema individual de los empleados y no se puede solventar con soluciones individuales.
Existen diferentes formas a través de las cuales las compañías pueden integrar y potenciar una filosofía empresarial centrada en la salud mental y el bienestar de los empleados:
Permite que los empleados tengan más autonomía y flexibilidad, para que las personas con niños a su cargo y otras responsabilidades puedan manejar mejor las múltiples cargas.
El agotamiento disminuye cuando las personas tienen la opción de adaptar su horario de trabajo a las complejidades de sus vidas.
Con mucha frecuencia, los supervisores son la causa principal de la ansiedad en el trabajo, ya que se centran únicamente en la productividad a corto plazo, sin tener en cuenta la humanidad de las personas sobre las que tienen poder y lo tóxicas que pueden ser esas relaciones de poder.
Los empleados deben tener tiempo para estar fuera del trabajo, sin estar disponibles 24/7. Esto se relaciona con el punto anterior sobre los supervisores que no reconocen los límites y las necesidades de los empleados.
Puede parecer contradictorio, pero garantizar que los trabajadores tienen un espacio fuera del trabajo mejora la productividad y reduce la ansiedad.
Los empleados son bombardeados constantemente con correos electrónicos, mensajes, videollamadas y otras muchas formas de distracción digital.
No es posible pensar y profundizar en un proyecto o estrategia importante mientras se va y viene entre correos electrónicos, mensajes y reuniones. Esto crea una sensación de sobrecarga sensorial constante y puede contribuir a la ansiedad.
La creación de días u horarios específicos para el trabajo profundo también permite que los empleados sean más productivos mientras realizan el trabajo que realmente importa.