¡Se acabaron las vacaciones 2021! Después de unas semanas más que merecidas de desconexión y tranquilidad, toca regresar al trabajo y enfrentarse de nuevo a la rutina y al frenético ritmo laboral.
Si solo de pensarlo estás sintiendo como tu energía se apaga y empiezas a tener el ánimo por los suelos, probablemente padezcas el síndrome postvacacional.
¿En qué consiste este trastorno y cómo evitar el síndrome postvacacional entre tus empleados? Te lo contamos.
¿Qué es el síndrome postvacacional?
El síndrome postvacacional es un trastorno adaptativo que aparece en los trabajadores al incorporarse de nuevo al trabajo tras finalizar el periodo de vacaciones, normalmente después del verano. Este síndrome provoca una serie de dolencias en quien lo padece, desde sensación de falta de energía hasta estrés o desánimo.
Aunque el síndrome postvacacional no está admitido actualmente como una enfermedad laboral, es de vital importancia su aceptación y visibilidad, puesto que, al igual que otras enfermedades como el síndrome de Burnout, este trastorno puede tener consecuencias muy negativas en los trabajadores.
¿Qué síntomas tiene el síndrome postvacacional en el empleado?
El síndrome postvacacional puede manifestarse de diversas formas e intensidades, según la persona, el entorno y sus obligaciones en el trabajo. No obstante, los síntomas más destacables son:
- Ansiedad.
- Problemas de insomnio.
- Falta de concentración.
- Sensación de angustia y hastío.
- Bajo estado de ánimo.
- Apatía.
- Falta de energía y motivación.
Cómo evitar el síndrome postvacacional al volver al trabajo
En este caso, la mejor manera para combatir la aparición del síndrome postvacacional es la prevención mediante un proceso de adaptación antes de entrar de nuevo en contacto con la vida activa. A continuación, te contamos cómo estar preparados frente al síndrome postvacacional:
1. Teniendo un horario, también en vacaciones.
En vacaciones nos olvidamos de todo: horarios, obligaciones, responsabilidades… ¡nos olvidamos hasta del día en el que estamos! El periodo vacacional permite una libertad que no se tiene el resto del año. Ahora bien, ningún extremo es bueno y no tener horarios puede acabar afectando muy negativamente en la vuelta a la rutina. Por eso es recomendable seguir un horario que nos permita mantener nuestro biorritmo, también en vacaciones.
2. Haciendo tu propia desescalada a la realidad.
A medida que se vaya acercando el final de las vacaciones, es recomendable comenzar a preparar nuestro propio regreso a la rutina. Empezar a madrugar, a organizar las próximas semanas… Hacer una vuelta progresiva a la rutina habitual, aunque no sea completa, hace que el regreso no sea ‘de golpe’ y no resulte catastrófico.
3. Teniendo muy claros tus periodos de vacaciones.
Aquí no depende todo del empleado, sino que también entra en juego la gestión interna de las empresas. Contar con una herramienta que permita gestionar los tiempos de vacaciones de forma clara y correcta evitará que los empleados tengan incertidumbres respecto a sus vacaciones y el tiempo que tendrán para disfrutarlas.
4. Disfrutando durante todo el año.
Regresar a la rutina no tiene por qué significar acabar con la diversión y el tiempo libre para siempre. Tener planificadas actividades de ocio durante el periodo laboral, momentos de descanso y tareas de desconexión hacen que mejore el rendimiento laboral y que la vuelta sea más amena.
Fomentar una reincorporación agradable al trabajo y una actitud positiva ante la vuelta a la rutina laboral es esencial para evitar el síndrome postvacacional entre los empleados. Si se intuye que hay algún trabajador que podría estar sufriendo este síndrome, es recomendable ponerse en manos expertas lo antes posible.
En HRLOG somos expertos en gestión laboral y control horario, fundamental para poder construir un entorno laboral óptimo en la vuelta de las vacaciones de los empleados.