El bullying es un concepto que conocemos a la perfección: acoso físico o psicológico que uno o varios estudiantes ejercen sobre otro compañero. ¿Y si hablamos de acoso en el entorno laboral?
A este concepto se le conoce como mobbing y se trata del acoso producido dentro del entorno laboral. Analizamos el mobbing laboral: qué es exactamente y cómo detectarlo.
¿Qué es el mobbing laboral?
El mobbing, también llamado acoso laboral, puede definirse como el trato hostil o vejatorio al que es sometida una persona en su lugar de trabajo de manera continuada. Este trato puede provocar problemas tanto psicológicos como profesionales en la persona afectada, quien puede sufrir depresión, estrés, ansiedad, pérdida de autoestima y alteraciones psicosomáticas.
Es importante tener en cuenta que el mobbing es considerado un delito, el código penal establece lo siguiente:
“1. El que infligiera a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años.
Con la misma pena serán castigados los que, en el ámbito de cualquier relación laboral o funcionarial y prevaliéndose de su relación de superioridad, realicen contra otro de forma reiterada actos hostiles o humillantes que, sin llegar a constituir trato degradante, supongan grave acoso contra la víctima”.
¿Cuándo podemos considerar que existe mobbing laboral?
Detectar el mobbing laboral puede ser complicado para las empresas. Podemos considerar que se da mobbing o acoso laboral cuando se dan las siguientes condiciones:
- Es sistemático y se aplica en el tiempo: la violencia es ejercida al menos una vez por semana y durante más de seis meses.
- Se necesita al menos dos involucrados: acosador o acosadores y víctima.
- Se identifican conductas acosadoras: las acciones consisten en dañar la reputación y relaciones sociales, además de impedir que pueda realizar sus tareas con el fin de que abandone su lugar de trabajo.
- Está relacionado con la posición de la víctima en la empresa: se basa en la posición jerárquica, tanto si el acosador está al mismo nivel o por encima.
- Se trata de un proceso: pasan varias fases desde el detonante del conflicto hasta que la víctima termina siendo marginada o excluida.
- Manifiesta efectos psicológicos, físicos y sociales: el mobbing es considerado actualmente un problema de salud pública.
¿Cuáles son las conductas típicas del mobbing laboral?
El mobbing laboral suele estar marcado por una serie de comportamientos y conductas típicas que pueden ayudar a las empresas a detectarlo y tomar medidas al respecto.
Algunas de las situaciones críticas que podemos observar que padece la víctima son:
1. Complicar el trabajo de la víctima
Cambiar continuamente las condiciones de trabajo, falsificar datos o información, no proporcionar los documentos o herramientas necesarias o cambiar las tareas sin aviso son algunas de las acciones que puede realizar el acosador o acosadores sobre la víctima para imposibilitar que ésta realice su trabajo con normalidad.
2. Difundir rumores falsos
Otra conducta habitual en el mobbing es divulgar rumores o información falsa sobre la víctima con el objetivo de ridiculizarla y burlarse de ella.
3. Hacerle el vacío en el trabajo
Aislar o ignorar al trabajador, no dirigirle la palabra en el trabajo, destinarlo a oficinas ubicadas en sectores alejados de los demás integrantes del equipo, etc., ejerciendo así violencia psicológica.
4. Sufrir bossing, acoso laboral de tu jefe
Hablamos de bossing cuando existe uno o varios acosadores que son la autoridad jerárquica de la víctima y que coordina su trabajo, ya sea un gerente, jefe de equipo o manager.
5. Acoso sutil pero continuado en el tiempo
Cuando el mobbing se produce entre compañeros de trabajo con el mismo nivel jerárquico, éste suele ser muy leve y disimulado pero mantenido en el tiempo, con el fin de pasar desapercibido por parte de los responsables o jefes de nivel jerárquico superior.
Cuando se dan algunas de estas situaciones en el entorno de trabajo debe saltar de forma inmediata la alarma en la empresa. Si detectas que algún empleado en tu empresa puede estar sufriendo mobbing o acoso laboral, deberá iniciarse un protocolo de actuación para denunciar la situación y salvaguardar los derechos de la víctima.
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